Otoño. Pradera de San Isidro
Ayer fue un día gris de otoño. Las finas gotas de lluvia se posaba suavemente sobre las hojas de los árboles de la Pradera de San Isidro. Ya encontré el otoño, no hay duda; los colores cálidos se entremezclaban con el gris del cielo encapotado, o del humo de la térmica. El efecto es el mismo; las consecuencias no.
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